Soñar con que recibimos la comunión de manos de un sacerdote, es señal de finalización positiva de nuestros proyectos y metas más profundos. Nuestros anhelos se verán cumplidos y mejorará nuestra situación económica.
Si durante el sueño recibimos la comunión sin haber hecho la debida penitencia, significa que por hechos cometidos en el pasado arrastramos sentimientos de culpabilidad.
Ver a otra persona comulgando durante el sueño, es señal de que esa persona pasa por un buen momento en lo social y económico, lo cual nos alegra.
Profanar la hostia o el vino de la comunión en sueños, es un pésimo augurio, e indica que sufriremos pesares que serán enteramente culpa nuestra.
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