Las ortigas en el estado onírico, son por lo general un mal augurio, aunque hay excepciones.
Ver, o pasear por un campo de ortigas, es símbolo inequívoco de traición. Debemos estar atentos a nuestras supuestas amistades, y cuidar con quien nos juntamos, ya que alguien de nuestro entorno se está comportando con hipocresía.
Si durante el sueño, tocamos las ortigas y sentimos su desagradable picor, es signo de que en muchas ocasiones somos esclavos de nuestras bajas pasiones. Debemos dirigir nuestra vida de una forma más positiva y controlar nuestros impulsos.
También las ortigas en sueños son símbolo de crueldad. Recibiremos un trato injusto que no esperábamos por parte de alguien de nuestro entorno.
Ver arder ortigas, o podarlas es en cambio un buen símbolo que anuncia fin de los problemas, y mejora general en nuestra vida.
Entradas Relacionadas: