Soñar con hienas suele ser una señal de advertencia sobre problemas o situaciones desagradables que se avecinan, aunque hay algunas excepciones a esta regla general.
Si en el sueño una hiena nos ataca, es un indicio de que alguien cercano a nosotros puede traicionar nuestra confianza o comportarse de manera hipócrita y desleal en una situación crucial. Este sueño nos alerta para que seamos cautelosos y revisemos nuestras relaciones, adoptando un enfoque más selectivo al formar amistades.
Por otro lado, si en el sueño logramos hacer huir a una hiena, herirla o incluso matarla, esto simboliza que, a pesar de los momentos difíciles y las adversidades que hemos enfrentado, saldremos adelante. Este acto de superar a la hiena refleja que pronto comenzará una fase más positiva en nuestras vidas, y seremos capaces de neutralizar cualquier amenaza o desafío planteado por rivales o enemigos.
En un contexto más positivo, soñar que amaestramos o tenemos a una hiena como mascota sugiere que hemos logrado dominar nuestras pasiones y deseos más oscuros. Este control sobre nuestras emociones y comportamientos nos permite disfrutar de una mayor libertad y felicidad, marcando un avance significativo en nuestro desarrollo personal.
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