El vestido como figura onírica, está directamente relacionado con nuestra apariencia en la vida real, y con la vanidad.
Así pues, soñar que llevamos un vestido ostentoso, o caro, sin que haya necesidad aparente para ello, es signo de que somos vanidosos, y nos gusta destacar demasiado por encima de los demás.
Soñar que tenemos un vestido adecuado en el contexto que rodea al sueño, es señal de que contamos con el cariño de los demás, y no nos movemos, aún cuando pudiéramos por la vanidad.
Llevar durante el sueño un vestido pobre, o roído, o incluso vestimos con andrajos, significa que dentro de poco surgirán discusiones en nuestro entorno por nuestra entera culpa.
Si durante el sueño llevamos puesto un vestido pasado de moda, es signo de que debemos adaptarnos más al tiempo en que vivimos, ya que seguramente nos hemos quedado algo anticuados con el paso de los años.
Los demás detalles del sueño, como el color del vestido, o la tela del que esté hecho, nos darán las claves para interpretarlo completamente.
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